Flemón dental: causas, síntomas y tratamientos

flemón dental

Sin duda, entre todas las afecciones bucales que existen, el flemón dental es una de las más comunes. Y también una de las más molestas y dolorosas en la mayoría de casos.

Y es que tenerlo es sinónimo de que existe una inflamación de los tejidos de los dientes y las encías y, por tanto, una infección bacteriana.

Algo que, desde luego, no debe tomarse a broma ya que puede derivar en problemas de salud mucho más graves en caso de no tratarlo lo más pronto posible.

Por eso, en el post de hoy te explicamos qué es un flemón dental, cuáles son sus causas, síntomas y tratamientos, así como contarte como puedes prevenirlo para mantener una buena salud bucodental. ¡No pierdas detalle!

¿Qué es un flemón dental?

Un flemón dental, también conocido con el nombre técnico de absceso dental, es una acumulación de pus que se produce alrededor de un diente o una muela que ha sufrido una infección bacteriana.

El flemón provoca la inflamación del tejido blando lo que conlleva al mismo tiempo un gran dolor y sensibilidad en la zona afectada.

Pero no solo se trata del dolor que causa en el momento, sino de las graves complicaciones que puede acarrear posteriormente si no se trata a tiempo como puede ser un flemón diseminado o incluso una sepsis.

¿Qué causa el flemón dental?

El origen de un flemón dental está relacionado con la infección del tejido pulpar situado dentro de las raíces dentarias.

La pulpa es la parte más interna del diente, donde están los nervios y los vasos sanguíneos responsables de la sensibilidad y vitalidad. Cuando la pulpa se necrosa o muere por alguna razón, se convierte en un foco de infección para las bacterias orales.

Veamos ahora a continuación cuáles son las causas más frecuentes de la necrosis pulpar:

  • Caries profundas: se trata de caries que avanzan sin ser tratadas convenientemente y acaban llegando a la pulpa, causando su inflamación e infección.
  • Traumatismos: los golpes o fracturas pueden afectar al diente y dañar la pulpa o romper el esmalte, lo que puede facilitar la entrada de bacterias.
  • Periodontitis: la periodontitis, también conocida como piorrea, es la inflamación e infección de los tejidos de soporte del diente, como la encía y el hueso, que pueden propagarse a la pulpa a través de los conductos radiculares.

 

Cuando la pulpa se infecta, se produce una reacción inflamatoria que genera pus, un líquido espeso y amarillento formado por células muertas, bacterias y restos de tejido.

Lógicamente, el pus busca una salida al exterior, pero al no encontrarla se acumula en los tejidos cercanos al diente, formando una bolsa de pus, es decir, el flemón dental.

¿Qué síntomas produce el flemón dental?

El flemón dental se manifiesta con una serie de síntomas muy característicos, que pueden variar según la gravedad y la extensión de la infección. Veamos a continuación cuáles son los más comunes:

  • Dolor: es el síntoma más evidente y molesto de un flemón dental. El dolor suele ser intenso y constante, además de pulsátil. Además, puede irradiarse hacia otras zonas como la mandíbula, el oído o la garganta. El dolor se agrava al masticar, al beber líquidos fríos o calientes o al realizar presión sobre el diente afectado.
  • Inflamación: es sin duda otro signo típico del flemón dental. La inflamación es producida por la acumulación de pus en los tejidos adyacentes al diente, como la encía, el hueso o los tejidos blandos de la cara. Dicha inflamación puede provocar que la cara se deforme y se vea un bulto o una hinchazón en la zona de la mejilla o el cuello.
  • Mal aliento: a consecuencia de la presencia de pus y bacterias en la boca, el flemón produce un sabor desagradable y un fuerte olor, lo que puede desembocar en halitosis.
  • Fiebre: este síntoma indica que la infección se ha extendido al resto del organismo y que el sistema inmunitario está tratando de combatirla. La fiebre puede cursar también con malestar general e incluso escalofríos o sudores.

flemón dental dolor

¿Cómo se trata el flemón dental?

El tratamiento del flemón dental tiene dos objetivos principales. Por un lado, eliminar la infección, mientras que por otro lado, aliviar el dolor y reducir la inflamación.

Para tratarlo, resultará imprescindible acudir al dentista lo antes posible, ya que únicamente un profesional podrá diagnosticar y tratar de forma adecuada el problema.

En cualquier caso, el tratamiento de un absceso dental suele dividirse en dos fases. En la primera, el dentista tratará de reducir la infección que ha dado origen a la aparición del flemón. Para ello, se pueden emplear los siguientes métodos:

  • Antibióticos: son medicamentos que se recetan para combatir la infección bacteriana. Los antibióticos se deben tomar siguiendo a rajatabla las indicaciones del dentista, respetando las dosis y la duración del tratamiento para que estos sean realmente efectivos.
  • Antiinflamatorios y analgésicos: se trata de medicamentos que se administran para reducir la inflamación y el dolor. En todo caso, se deben tomar con precaución, ya que su abuso pueden provocar efectos secundarios o interacciones con otros fármacos.
  • Drenaje del pus: este procedimiento consiste en extraer el pus acumulado en el flemón. El drenaje del pus alivia la presión y el dolor y, al mismo tiempo, hace que la acción de los antibióticos sea más efectiva.

 

Una vez que la infección ha desaparecido, se acomete una segunda fase donde el dentista identificará la causa del flemón dental y elegirá los tratamientos necesarios que, básicamente, son los siguientes:

  • Endodoncia: este procedimiento consiste en limpiar y sellar los conductos radiculares del diente afectado, eliminando la pulpa infectada y rellenando el espacio con un material biocompatible. La endodoncia permite conservar el diente y evitar su extracción.
  • Extracción del diente: se trata de la última opción, por lo que solo se hace si la pieza dental está muy dañada y no resulta viable realizar una endodoncia. La extracción elimina la fuente de infección, pero también implica la pérdida de un diente, lo que puede afectar a la estética y la función masticatoria.

¿Cómo se puede prevenir el flemón dental?

Sin duda, la mejor forma de prevenir la aparición de flemones dentales es mantener una buena higiene bucodental, que evite la acumulación de placa bacteriana y la aparición de caries, gingivitis o enfermedad periodontal. Para ello, se aconseja:

  • Cepillarse los dientes al menos dos veces al día, usando una pasta dentífrica con flúor y un cepillo adecuado.
  • Usar hilo dental o cepillos interdentales para limpiar los espacios entre los dientes, donde se suelen acumular los restos de comida.
  • Enjuagarse la boca con un colutorio antiséptico para eliminar las bacterias y refrescar el aliento.
  • Visitar al dentista al menos una vez al año para realizar una revisión y una limpieza profesional. Es la mejor forma de detectar y tratar los problemas bucales a tiempo.
  • Seguir una dieta equilibrada y saludable donde se evite el consumo excesivo de azúcares, alcohol o tabaco, ya que todos ellos favorecen la proliferación de las bacterias.

 

flemón dental

Conclusiones sobre los flemones dentales

Como has visto, el flemón dental es una afección bucal muy frecuente y dolorosa, que puede implicar consecuencias graves en caso de que no se trate de forma adecuada y a tiempo.

De ahí la importancia de estar atento a los síntomas, acudir al dentista lo antes posible y seguir sus indicaciones para resolver el problema.

En BASTIDA somos tu clínica dental en Vigo de confianza y podemos ayudarte si tienes un flemón dental. Nos encargaremos de realizar una exploración y un diagnóstico para detectar el problema y aplicar posteriormente el tratamiento más conservador posible.

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