Cuando hablamos de tener una buena salud bucodental, muchos de nosotros nos centramos en cepillar a conciencia nuestros dientes, usar hilo dental y enjuague bucal. Pero, ¿acaso sabemos bien cómo limpiar la lengua?
Y es que la mayoría de personas acostumbramos a olvidarnos de esta parte fundamental de la boca, esencial para una higiene oral diaria completa. Sin embargo, la limpieza de la lengua es vital para mantener una boca saludable. De hecho, una lengua mal cuidada puede ser la causa del mal aliento y de la acumulación de bacterias en la boca.
Por ello hoy en este post, te explicaremos por qué es importante limpiar la lengua y cómo hacerlo correctamente para mejorar tu salud bucodental. ¡No pierdas detalle!
Contenido
¿Por qué es importante limpiar bien la lengua?
La lengua es un elemento que tiene una labor esencial en nuestra boca, ya que forma parte de funciones básicas en nuestra vida como la masticación, la deglución, el habla y el gusto.
Y es que no debemos olvidarnos que todos los alimentos pasan por ella por lo que existe una tendencia natural a que se acumulen allí los restos. Y más si tenemos en cuenta su morfología, ya que no es totalmente lisa y tiene surcos donde es imprescindible realizar una buena higiene para evitar el desarrollo de bacterias y la posterior aparición del mal aliento o de la lengua saburral.
Además, también hay que tener en cuenta que las papilas gustativas dependen de este músculo, por lo que resulta imprescindible mantener la lengua limpia para disfrutar al máximo de la comida.
Asimismo, mantener la lengua limpia también combate la halitosis (mal aliento) y la acumulación de bacterias causantes de la placa, previniendo de esta forma enfermedades como la caries y enfermedades periodontales como la gingivitis o la periodontitis, por ejemplo.
¿Cómo sé si mi lengua está limpia y saludable? Y si está blanca, ¿qué significa?
A estas alturas seguramente te estarás preguntando una cosa, ¿y como sé si mi lengua está limpia y saludable? Pues, pese a que lo mejor es que te vea siempre un especialista, saberlo es bastante más sencillo de lo que crees.
Tan solo tienes que ponerte frente a un espejo y sacar la lengua. Lo natural es que, en circunstancias normales en las que no curse ninguna enfermedad, este músculo tenga un color rosado. Si por el contrario, notas una capa blanquecina o amarillenta que cubre parte de ella por arriba, quiere decir que no está limpia. Algo que, en la mayoría de ocasiones, significa una deficiente higiene bucal.
Si bien el color blanquecino o las manchas blancas en la lengua se suelen asociar a una lengua con bacterias hay veces que puede ser síntoma de alguna otra enfermedad.
Por ejemplo, como te contamos en el post enlazado anteriormente, existen diversas enfermedades comunes de la lengua como la candidiasis oral, la leucoplasia o el liquen plano oral que pueden causar esta alteración. Incluso las aftas pueden tornar la lengua un poco blanquecina.
Diferenciar las afecciones anteriores de una lengua blanca por deficiente higiene bucal es bastante fácil. Si al limpiar la lengua los restos de comida y bacterias desaparecen regresando la misma a su tonalidad habitual, no hay de lo que preocuparte, más allá de reforzar la higiene bucal y tomársela en serio.
Sin embargo, en caso de que la tonalidad blanquecina o amarillenta permanezca, lo más recomendable es que visites tu clínica dental de confianza para que realicen una evaluación y te faciliten un diagnóstico contrastado.
Refuerza la higiene de tu lengua con un raspador lingual
Como hemos dicho, la higiene de la lengua es fundamental. Y para lavar la lengua de forma efectiva, los profesionales recomendamos siempre el uso de un raspador lingual, un objeto que todo el mundo debería incluir en sus habituales rutinas de higiene.
Y es que al igual que el hilo dental o los cepillos interdentales que ayudan a la correcta profilaxis de los dientes y encías, los raspadores o limpiadores linguales están diseñados específicamente para una única pero importante función: limpiar la lengua.
Como ya hemos dicho antes, el dorso de la lengua presenta rugosidades y surcos por eso la utilización del raspador es la mejor opción para eliminar los restos de comida acumulados.
Los raspadores de lengua son un producto muy sencillo de comprar ya que además de venderse en farmacias, también puedes encontrarlos en supermercados o en muchas tiendas online.
Como es lógico, existen diversidad de marcas y modelos, por lo que es posible que no sepas cuál comprar. En caso de que tengas dudas, es tan sencillo como consultarlo con tu higienista dental de confianza. Él sabrá cuál es el más adecuado para ti y la anatomía de tu lengua.
¿Cómo se usa el raspador lingual? ¿Cuándo debe utilizarse?
El uso del raspador lingual es muy sencillo. Sin embargo, es necesario saber ciertas cosas antes de utilizarlo por primera vez para asegurarse de que la limpieza sea efectiva y conseguir limpiar la lengua sin arcadas.
Lo primero es evidentemente, lavarlo para eliminar cualquier suciedad o bacterias que pueda haber en él. Una vez hecho esto, tan solo hay que colocarlo sobre la lengua cerca de la garganta. Es en este punto donde algunas personas sufren náuseas al utilizarlo por primera vez, algo normal ya que es un acto reflejo.
Si consigues colocarlo, simplemente tendrás que comenzar a raspar de forma suave con movimientos de dentro hacia afuera, es decir, desde la zona más profunda de la lengua hacia la punta.
Para una limpieza de la lengua correcta y eficiente, hay que repetir la acción varias veces y procurar enjuagar el raspador con agua entre pasada y pasada. Una vez finalizada la limpieza de la lengua, tan solo queda enjuagar la boca con agua y escupir el líquido.
Como hemos repetido ya varias veces, limpiar la lengua es fundamental y debe formar parte de la rutina diaria de higiene oral. Por ello es recomendable usar el raspador al menos una vez al día, preferentemente antes de irnos a dormir, ya que así eliminaremos las bacterias y suciedad acumuladas a lo largo de la jornada.
Nosotros te recomendamos que utilices el raspador lingual después de haber lavado los dientes y utilizado el hilo dental. Tras limpiar la lengua con el raspador es también aconsejable utilizar un enjuague bucal para acabar por completo con la rutina de higiene bucal.
Esta es la única forma de asegurarnos de mantener a raya las bacterias y, por tanto, tener una lengua sana y limpia. Y cómo habrás podido imaginar ¡apenas lleva un par de minutos!
¿Puedo usar el cepillo de dientes para limpiar la lengua?
Puedes que te hayas preguntado si realmente no es suficiente con el cepillo dental para limpiar la lengua y si compensa comprar un raspador lingual. Nosotros ya te decimos que siempre compensa. Pero en cualquier caso, no es absolutamente imprescindible.
Hoy en día existen algunos cepillos de dientes que ya lo traen incorporado, incluidos los cepillos eléctricos que tienen un cabezal que funciona como este instrumento. Pueden ser alternativas aptas en caso de no tener un raspador lingual.
Lo que sí desaconsejamos totalmente es usar las cerdas de un cepillo de dientes tradicional para limpiar la lengua ya que no están pensadas para hacer la higiene de una superficie blanda como es el músculo de la lengua. Y además, nunca igualarán el resultado de un raspador lingual.