La pasta de dientes es un producto imprescindible para mantener una buena higiene bucal y prevenir ciertos problemas como la caries, la gingivitis o la sensibilidad dental.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que no todas las pastas de dientes son iguales ni se adaptan a las necesidades de cada persona. Por eso, es importante saber cómo elegir la pasta de dientes más adecuada para ti, teniendo en cuenta tu edad, el estado de tus dientes y encías y tus preferencias personales.
En este artículo te explicamos cuáles son los principales tipos de pastas de dientes que existen y los criterios que debes seguir para escoger la que mejor te convenga. ¡No pierdas detalle!
Contenido
¿Cuál es la función de la pasta de dientes?
No cabe duda de que la pasta de dientes es un aliado esencial en nuestra rutina de higiene bucal. Su misión es limpiar la superficie de los dientes eliminando de esta forma bacterias y restos de comida.
Su uso conjunto con el cepillo de dientes representa el primer paso para una óptima higiene y para la prevención de la caries y las enfermedades periodontales como la piorrea. Y si además lo complementamos con limpieza interdental y el uso de enjuagues bucales, ya tendremos las bases asentadas para un cuidado bucodental completo.
¿Qué tipos de pastas de dientes existen?
Por norma general, las pastas de dientes se pueden clasificar en función de su composición, su función o su formato. A continuación, te mostramos una clasificación de las categorías que pueden encontrarse en el mercado hoy en día.
Según su composición
Las pastas de dientes pueden contener diferentes ingredientes activos que les confieren propiedades específicas. Algunos de los más habituales son:
- Flúor: es el ingrediente más importante para prevenir la caries dental, ya que ayuda a remineralizar el esmalte e impide el crecimiento de las bacterias que causan la placa. Se recomienda usar una pasta con 1000 ppm (partes por millón) de flúor hasta los 2 años de edad; con entre 1000 y 1450 ppm entre los 2 y los 6 años y con aproximadamente 1450 ppm a partir de los 6 años. Esto es verdaderamente importante ya que una elevada exposición al flúor puede ocasionar fluorosis dental, especialmente en niños.
- Estaño: es un metal que tiene acción antimicrobiana y antiinflamatoria por lo que resulta útil para combatir las enfermedades periodontales. Además, el estaño puede ayudar a reducir la sensibilidad dental y a prevenir la formación de manchas en los dientes.
- Sílice: este mineral actúa como agente abrasivo, es decir, ayuda a eliminar los restos de comida, la placa y las manchas superficiales de los dientes. Sin embargo, demasiado material abrasivo puede dañar el esmalte y la dentina, por lo que se debe elegir una pasta con un nivel adecuado.
- Otros ingredientes: existen otros componentes que pueden tener efectos beneficiosos para la salud bucal, como el zinc (ayuda contra el mal aliento), el sorbitol (tiene función humectante y protege de la acumulación de placa y bacterias), el xilitol (que previene la caries), el triclosán (que tiene acción antibacteriana) o el nitrato de potasio (que disminuye la sensibilidad dental).
Según su función
Las pastas de dientes pueden estar diseñadas para cumplir diferentes objetivos, según el problema o la necesidad que sea necesario tratar. Algunas de las funciones más comunes son:
- Anticaries: son las pastas que contienen flúor y su principal función es prevenir la aparición y el avance de la caries dental. Son las más recomendadas para la mayoría de las personas, salvo que tengan alguna contraindicación expresa que desaconseje su utilización.
- Antiplaca: este tipo de pasta de dientes contiene agentes antibacterianos y antiinflamatorios, como el estaño o el triclosán. Su principal objetivo es prevenir y tratar las enfermedades periodontales, como la inflamación de encías o gingivitis y la periodontitis. Son las más indicadas para las personas que adolecen de problemas de encías o que son especialmente propensas a acumular placa.
- Blanqueadoras: esta pastas contienen agentes abrasivos o químicos como el sílice o el peróxido de hidrógeno que ayudan a eliminar o reducir las manchas externas de los dientes causadas por el tabaco, el café o el té. Son las más adecuadas para las personas que quieren mejorar el aspecto estético de su sonrisa pero se desaconsejan a los que tienen sensibilidad dental o daños en el esmalte.
- Desensibilizantes: son las pastas que contienen agentes que bloquean los canales nerviosos de los dientes, como el nitrato de potasio o el fluoruro de estaño. Su principal objetivo es aliviar los dolores o molestias producidos al tomar alimentos fríos, calientes, dulces o ácidos.
Además de las anteriores existen otras pastas de dientes con funciones específicas como por ejemplo las indicadas para niños que, además de presentar sabores y colores atractivos, tienen una menor concentración de flúor.
También hay en el mercado pastas especiales para personas con ortodoncia (menos abrasivas) o las formuladas para personas con la boca seca que contienen agentes humectantes que favorecen la producción de saliva.
Según su formato
Las pastas de dientes también pueden diferir en cuanto a su formato y presentación adaptándose así a las particularidades de cada persona. Son los siguientes:
- Pasta: es el formato más clásico y más popular. Consiste en una solución densa y cremosa que se aplica sobre el cepillo dental. Puede tener diferentes colores, sabores y texturas como es el caso de la pasta rayada.
- Gel: es un formato más líquido y transparente que la pasta. Destaca por su textura más suave y porque produce menos espuma.
- Polvo: es un formato bastante menos común aunque lo cierto es que es más natural que los anteriores. Consiste en un polvo fino que se humedece con agua o saliva antes de aplicarlo sobre el cepillo dental.
¿Cómo elegir la pasta de dientes más adecuada?
Una vez conocidos los tipos que existen, ¿cómo saber cuál es la más adecuada para ti? Para elegir la pasta de dientes más adecuada debes tener en cuenta los siguientes factores:
- Edad: según la edad, puedes ser necesario una pasta con una concentración mayor o menor de flúor u otros ingredientes. Por ejemplo, los niños menores de 6 años deben usar una pasta con menos flúor ya que como hemos comentado antes una alta exposición causa fluorosis dental (manchas blancas en los dientes). Los adultos mayores pueden necesitar una pasta con más flúor (hasta 1450 ppm) para proteger sus dientes frente a la caries radicular.
- Estado de dientes y encías: según el estado de tu salud bucal, puedes necesitar una pasta con una función específica. Por ejemplo, si tienes caries o riesgo alto de padecerlas, debes usar una pasta anticaries con flúor. Si tienes gingivitis o periodontitis, debes usar una pasta antiplaca con agentes antibacterianos e antiinflamatorios. Si tienes sensibilidad dental, debes usar una pasta desensibilizante con agentes bloqueadores nerviosos.
- Preferencias de cada persona: según tus gustos, puedes elegir una pasta de dientes con un sabor, un color o una textura que resulte más agradable. Si por ejemplo te gusta la sensación de frescor en la boca probablemente las pastas con sabor a menta sean una buena elección. Por otra parte, si no te gusta la espuma durante el cepillado puedes optar por un gel con menos agentes tensioactivos. Por contra, si quieres usar un producto más natural o ecológico, puedes optar por una pasta de dientes en polvo formulada con ingredientes orgánicos.
Consejos para usar correctamente la pasta de dientes
Tan importante es elegir la pasta de dientes de forma adecuada como saber usarla correctamente para aprovechar al máximo sus beneficios. Aquí te dejamos con algunos consejos prácticos:
- Usa la cantidad adecuada: pese a la creencia popular, no hace falta llenar todo el cepillo con pasta. Basta con poner una cantidad equivalente al tamaño de un guisante en adultos o a un grano de arroz en niños.
- Cepilla los dientes al menos dos veces al día: lo ideal es cepillarse los dientes después de cada comida pero como mínimo debes hacerlo dos veces al día (por la mañana y por la noche). El cepillado debe durar al menos dos minutos y debe abarcar todas las superficies de los dientes (externa, interna y masticatoria). Incluye en tu rutina también la limpieza de la lengua para eliminar las bacterias que se acumulan en ella.
- Usa la técnica correcta: no basta con mover el cepillo de cualquier forma ya sea horizontal o circular. Lo adecuado es seguir una técnica que limpie eficazmente los dientes sin dañar las encías. Una de las técnicas más recomendadas es la de Bass pero también puedes usar la técnica de Fones.
- Enjuaga la boca con agua: después de cepillarse los dientes, es necesario enjuagarse la boca con agua para eliminar los restos de pasta y de comida que hayan quedado. Sin embargo, tampoco es conveniente enjuagarse demasiado, ya que se puede reducir el efecto del flúor sobre el esmalte.
Por último, aunque al elegir una pasta de dientes que funciona lo mejor es no cambiarla, siempre es necesario estar atento a su eficacia. Si notas que ya no es tan eficaz o aparecen nuevos problemas bucodentales, será necesario consultar al dentista para que nos ayude a escoger una nueva acorde a la situación.
Conclusión
No cabe duda de que la pasta de dientes es un producto esencial para cuidar la salud bucal y prevenir problemas como la caries, la gingivitis o la sensibilidad dental. Sin embargo, no todas las pastas de dientes son iguales ni se adaptan a las necesidades de cada persona. Por eso, es importante saber cómo elegir la pasta de dientes más adecuada.
Si tienes alguna duda sobre qué tipo de pasta de dientes es la más idónea o cómo usarla correctamente, en nuestra clínica dental de Vigo tenemos especialistas que estarán encantados de ayudarte a encontrar el que mejor se adapte a tus necesidades.
Esperamos que este artículo te haya resultado útil para aprender a elegir la pasta de dientes adecuada para ti. Recuerda que una buena higiene bucal es fundamental para mantener una buena salud general. ¡No descuides ningún detalle!
