La mordida cruzada, también conocida con el nombre de mordida invertida, es una de las maloclusiones más comunes entre la población en general.
Y es un problema que exige ser tratado cuanto antes ya que puede tener consecuencias bastante negativas para la salud bucodental y también para la estética.
De ahí que sea muy importante detectarla y corregirla a tiempo, preferentemente en la infancia o la adolescencia, cuando los huesos y los dientes aún están en desarrollo y son más fáciles de modificar.
Hoy en este artículo te explicamos qué es la mordida cruzada, cuáles son sus causas y cuáles son los posibles tratamientos que se pueden hacer para corregirla que, como es lógico, deben ser siempre adaptados a cada caso en particular.
Contenido
¿Qué es la mordida cruzada?
La mordida cruzada es un tipo de maloclusión dental que se caracteriza por una posición anormal de las piezas dentales al cerrar la boca.
Y es que por norma general, los dientes superiores deben encajar a la perfección y sobresalir ligeramente sobre los inferiores, tanto por delante como por los lados.
Sin embargo, en las personas que tienen mordida cruzada ocurre lo contrario ya que los dientes inferiores sobresalen sobre los superiores al tener la boca cerrada.
Esta maloclusión puede dar lugar a problemas bastante importantes entre los que entre los que se encuentran desgaste dental (que puede llegar a hacer que se caigan dientes), problemas articulares, bruxismo, dolor de dientes nervioso o dificultad para masticar. Esto último se produce porque los dientes no pueden generar la fuerza de forma suficiente y adecuada.
Pero además de ello, también es responsable de otros problemas como la asimetría facial y también una baja autoestima, ya que la mordida cruzada puede llegar a ser en ciertos casos muy antiestética.
¿Cuáles son los tipos de mordida cruzada?
La mordida cruzada puede clasificarse según el área y el lado de la boca afectados, por lo que no existe un solo tipo, sino que se puede diferenciar entre los siguientes:
- Mordida cruzada anterior: se produce cuando los incisivos inferiores quedan por delante de los superiores al cerrar la boca. Es la más frecuente y suele estar relacionada con un crecimiento excesivo de la mandíbula o bien un crecimiento insuficiente del maxilar.
- Mordida cruzada posterior: se produce cuando los molares o premolares inferiores quedan por fuera de los superiores con la boca cerrada. Puede tener su origen en una falta de espacio en el maxilar, una erupción anómala de los dientes o una desviación de la mandíbula.
- Mordida cruzada unilateral: se produce cuando solo uno de los lados de la boca presenta mordida invertida. Puede provocar una desviación de la mandíbula hacia el lado contrario y una asimetría facial, además de dolor en la articulación de la boca.
- Mordida cruzada bilateral: se produce cuando ambos lados de la boca presentan mordida cruzada. Puede causar una retrusión del maxilar y un aspecto alargado de la cara.
Además de ello, este tipo de maloclusión puede clasificarse también en función de si tiene un origen esquelético, dental o de ambos a la vez, es decir, mordida cruzada mixta.
¿Cuáles son las causas de la mordida cruzada?
Como bien hemos dicho anteriormente, la mordida cruzada puede surgir por varios motivos. Por una parte, puede que no haya habido un adecuado desarrollo óseo, pero también que los dientes de ambas mandíbulas no contacten u ocluyen como debieran debido a una erupción o crecimiento incorrecto.
Aunque a veces no es sencillo identificar las causas concretas de esta clase de maloclusión, estos trastornos durante el crecimiento de huesos y dientes pueden darse por diferentes factores. Algunos de los más habituales son:
- Genética: existen algunos factores genéticos y hereditarios que pueden ser fundamentales al influir en el tamaño y la forma de los huesos faciales y los dientes, favoreciendo el desarrollo de una mordida cruzada.
- Hábitos orales: algunos hábitos nocivos que se adquieren en la infancia pueden alterar el crecimiento normal de los huesos y los dientes, como chuparse el dedo, usar el chupete o el biberón durante mucho tiempo, respirar por la boca o empujar la lengua contra los dientes.
- Pérdida prematura de dientes: la pérdida de los dientes de leche antes de tiempo, ya sea por caries o por traumatismos, puede generar una falta de espacio para que erupcionen los dientes definitivos de forma adecuada.
- Traumatismos: algunos golpes o accidentes pueden provocar fracturas o desplazamientos de los huesos faciales o los dientes, modificando la oclusión dental.
- Enfermedades: algunas enfermedades sistémicas o locales pueden afectar al desarrollo normal de los huesos y los dientes, como el síndrome de Down, el síndrome de Crouzon o las enfermedades periodontales.
¿Cuál es la mejor edad para tratar la mordida cruzada?
Como todas las maloclusiones, la mordida invertida es más sencilla de tratar con resultados exitosos durante la infancia, cuando el desarrollo maxilar aun no ha finalizado completamente.
Es por ello por lo que siempre se recomienda que los niños hagan la primera visita a partir de los seis años de edad ya que todavía existe tiempo para poder corregir la maloclusión.
En cualquier caso, no se debe esperar tanto si se detecta antes alguna anomalía en el crecimiento u observamos que nuestro pequeño tiene algunos de los hábitos contraproducentes anteriormente mencionado.
¿Cómo se trata la mordida cruzada o mordida invertida?
El tratamiento de la mordida cruzada dependerá del tipo, la causa y la severidad de cada caso. El objetivo principal es conseguir una oclusión funcional y estética y, evidentemente, mejorar la salud y la calidad de vida del paciente.
Algunas de las opciones de tratamiento que pueden llevarse a la práctica son las siguientes:
- Aparatología ortodóncica: son dispositivos que se colocan en los dientes para corregir su posición y alinearlos correctamente. Pueden ser fijos o removibles, metálicos o estéticos. Algunos ejemplos son los brackets, los alineadores invisibles (Inivisalign) o los expansores de paladar.
- Cirugía ortognática: se trata de una intervención quirúrgica que se realiza en los huesos faciales para modificar su forma y tamaño, y conseguir una armonía entre el maxilar y la mandíbula. Suele hacerse solo en los casos más graves o cuando el paciente ya ha finalizado su crecimiento óseo.
- Terapia miofuncional: se trata de un conjunto de ejercicios que se realizan con la lengua, los labios y las mejillas para mejorar la función muscular y la postura oral. Se suele combinar con la aparatología ortodóncica o la cirugía ortognática para potenciar sus resultados y evitar la reincidencia de la maloclusión.
- Eliminación de hábitos orales: por último, en los casos donde se detectan malos hábitos a tiempo, se tratará de eliminarlos o modificar para que no afecten al desarrollo normal de los huesos y los dientes.
Conclusión
Como acabas de ver, la mordida cruzada es una alteración de la oclusión dental que puede tener consecuencias negativas para la salud bucodental y la estética facial. Por eso, es importante detectarla y corregirla a tiempo con el tratamiento más adecuado para cada caso.
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