La halitosis, también conocida popularmente como mal aliento, es el nombre técnico del mal aliento crónico. Un grave problema que ni los caramelos, ni el más potente enjuague bucal o el más concienzudo de los cepillados dentales pueden resolver.
Diferente al “aliento de la mañana” o al aliento fuerte que se queda después de comer ciertas comidas, la halitosis se caracteriza por mantenerse en el tiempo lo que puede ser una señal de un problema bastante más serio. Por eso hoy en BASTIDA Clínica Dental te contaremos en este artículo todo lo que tienes que saber sobre uno de los problemas bucales más frecuentes. ¡Empezamos!
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¿Qué es la halitosis?
La halitosis es el término médico con el que se define al mal aliento. Se trata de un problema bucal que sufren 4 de cada 10 personas. Por norma general, el mal aliento es producto de la presencia y acumulación de bacterias, principalmente en la lengua y en los dientes. Asimismo, se relaciona también con los restos de comida que se quedan alrededor de las encías y la lengua que, al mismo tiempo, favorecen la floración de bacterias en la boca que provocan caries.
El mal aliento también puede estar relacionado con la enfermedad periodontal, la caries y ciertos problemas nasales como es el caso de la sinusitis. Asimismo, algunos alimentos y bebidas que tomamos de forma habitual también pueden llevar a desarrollar mal aliento incluso aunque nos lavemos los dientes después de consumirlos.
Curiosamente, el peor evaluador del mal aliento es la propia persona que lo sufre, ya que hay infinidad de estudios que han demostrado claramente la incapacidad de que una persona analice de forma objetiva el grado de su propia halitosis.
¿Cuáles son las causas del mal aliento?
Aunque ya hemos comentado algunos de las causas que provocan la halitosis, ahora lo explicaremos en profundidad. En la mayoría de los casos la principal causa son la mala higiene bucal y los restos de comida, pero también se puede deber a alguna caries dental o a problemas periodontales. En el 90% de los casos el origen está en la boca y no a nivel estomacal, como así se cree de forma popular.
Si nos vamos a estadísticas tenemos que el 60% de los casos de halitosis oral están asociados con alguna patología periodontal: gingivitis y periodontitis. De ahí la necesidad de visitar a un odontólogo para poner solución a estos problemas cuanto antes.
De hecho, existe una relación directa entre la gingivitis y el mal aliento. A medida que aumenta la inflamación, se incrementan los niveles de halitosis. Algo que también sucede con la periodontitis.
Por otro lado, también hay que tener en cuenta ciertas causas no patológicas que provocan la halitosis:
- Aliento matutino: no se produce como consecuencia de problemas de higiene sino porque el flujo de saliva disminuye mientras estamos durmiendo y esto facilita el crecimiento incontrolado de bacterias que producen los gases malolientes.
- Prótesis dentarias: la acumulación de restos de comida, placa bacteriana y sarro en las dentaduras postizas y puentes puede ser otra de las causas de la halitosis.
- Fármacos: algunos medicamentos como el disulfiram o las tetraciclinas producen el síndrome de boca seca, que a la postre tiene como consecuencia mal aliento.
- Tabaco y alcohol: está demostrado que fumar contribuye a las enfermedades de las encías y genera por tanto mal aliento. Asimismo, el consumo de alcohol causa una disminución de la producción de saliva, configurando un escenario ideal para que se desarrollen las bacterias que causan el mal olor.
- Alimentos: consumir ciertos alimentos y bebidas como el café, el ajo o la cebolla pueden también producir mal aliento.
¿Cuándo es normal tener halitosis y cuándo hay que preocuparse? Te explicamos los tipos de mal aliento que existen
Debemos poner el enfoque en la duración, ya que existen casos agudos de halitosis que duran horas (aparece y desaparece tal y como llegó) mientras en otros momentos hay una causa-efecto. Por ejemplo, levantarse por la mañana con un mal aliento que desaparece tras realizar la adecuada higiene oral diaria. En el caso de los casos crónicos será necesario realizar una consulta con un especialista.
En cualquier caso, a continuación, te explicaremos los diferentes tipos de halitosis que existen para que así tengas todos los datos necesarios para identificarla:
- Halitosis fisiológica: se trata del mal olor generado por los procesos de putrefacción que suceden en el interior de la cavidad bucal, sin ninguna enfermedad o condición patológica específica que sea causante directa. El origen de este tipo de mal aliento es principalmente la región dorso posterior de la lengua.
- Halitosis patológica: este tipo se subdivide en halitosis patológica oral (provocada por enfermedades orales) y patológica extraoral (con origen en las fosas nasales, las paranasales, las regiones laríngeas, el tracto pulmonar y el tracto digestivo superior).
- Pseudohalitosis: en este caso las personas se quejan de forma reiterada de la existencia de mal aliento, pero otros no lo perciben de esta forma. Por norma general, la pseudohalitosis mejora ostensiblemente con el asesoramiento adecuado y el refuerzo de la higiene bucal.
- Halitofobia: se trata de la condición por la cual los pacientes creen firmemente que tienen mal aliento incluso después de llevar a cabo un tratamiento de halitosis o pseudohalitosis. Sin embargo, no existe ninguna evidencia física o social que sugiera la presencia de dicho mal olor bucal persistente.
¿Cómo afecta la halitosis en el día a día?
Sin duda, la halitosis es un problema importante para la persona que lo sufre. Tener mal aliento puede afectar a la propia percepción que se tiene de uno mismo y mermar la autoestima, así como afectar a las relaciones sociales.
Asimismo, también puede conllevar problemas en el mundo profesional, ya que no da buena imagen. Incluso en ciertas personas puede seguir ocasionando dificultades emocionales una vez se ha tratado y ha desaparecido, generando lo que se conoce como halitofobia.
¿Cómo combatir el mal aliento?
Desde Bastida Clínica Dental tenemos claro que la solución a la halitosis es bien sencilla: con una buena rutina de cepillado. Es importante poner especial atención en la lengua, ya que suele ser el origen de muchos focos de bacterias.
Además, recomendamos encarecidamente el uso de hilo dental en la higiene diaria, además de un limpiador lingual. En función de cada caso, es posible que haya que incorporar un colutorio. Y, por supuesto, realizar limpiezas dentales periódicas para evitar cualquier tipo de problema.
Asimismo, es recomendable beber con frecuencia y consumir cítricos, ya que son alimentos que ayudan a la secreción de saliva, la gran aliada para reducir la placa.
Ahora que ya sabes qué es la halitosis esperamos que puedas identificarla y tratarla para que tu boca huela siempre bien. En cualquier caso, si tienes problemas de mal aliento persistente y no logras ponerles remedio, te esperamos en nuestra clínica dental en Vigo para ayudarte con lo que necesites.
