Prótesis dentales

Con excepción de las cuatro muelas de juicio, cualquier pérdida de dientes produce, antes o después, problemas que no sólo van a afectar a las demás piezas dentales, sino que también llegarán a implicar a los oídos, el estómago, el cuello o la articulación de la mandíbula, e incluso al comportamiento. De ahí que sea tan importante colocar una prótesis.

Nada dura toda una larga vida, y en todo caso la duración de las prótesis depende de los cuidados que reciba.

En principio, la vida media de funcionamiento correcto de una prótesis completa viene a ser de unos cinco años, y la de una parcial fija de aproximadamente el doble de tiempo.

Las dentaduras completas son muy grandes, producen sensación de ahogo, los alimentos se saborean peor con ellas, se mueven y son, por tanto, muy incómodas. ¿Cómo se pueden superar estos inconvenientes?

Es cierto que las dentaduras son voluminosas y que producen, al principio, sensaciones extrañas. Para adaptarse a ellas hay que poner muy buena voluntad, hacer un esfuerzo importante y concederse algún tiempo.

De todas formas, su incomodidad no es comparable al hundimiento de labios y mejillas, las dificultades al hablar y la imposibilidad de masticar que produce la falta de dientes en la boca.

En la actualidad, la mayor parte de los retenedores se pueden disimular bastante bien, aunque, evidentemente, si se buscan, se encuentran. Por otro lado, un gancho bien adaptado y bien mantenido en una boca limpia y sana no es perjudicial para los dientes en los que se asienta.

Ninguno es mejor o peor que otro, sino que cada uno debe hacerse en su caso correspondiente. En la práctica, rara vez es posible elegir, y siempre es conveniente escuchar el criterio del profesional.

No son mejores, pero son más confortables y permiten una mejor adaptación. Las prótesis fijas, por su menos volumen y por su forma, es más parecida a la dentadura natural. Además, proporcionan una mayor eficacia masticatoria.

Efectivamente, un puente necesita pilares de soporte. Para conseguir una estética y funcionalidad correcta es necesario disminuir su tamaño. Los dientes modificados quedarán ocultos debajo de las fundas y estas tendrán la forma y color del diente tallado. Si la pieza a tallar es una pieza sana, que no ha sufrido caries ni necesita ninguna rehabilitación, si es cierto que estropeamos una pieza innecesariamente. Por eso recomendamos la colocación de implantes, en la medida de lo posible, para preservar todas las piezas que están en perfecto estado.

La función de cada pieza la determina el sitio que ocupa dentro de la boca, la falta de piezas desajusta toda la oclusión produciendo fuerzas desequilibradas y la sobrecarga durante la masticación. Cuando se acude a consulta con el fin de reponer las piezas ausentes, nuestros profesionales estudian la forma mas efectiva para su rehabilitación y conseguir la armonía necesaria , en algunos casos para conseguir dicho objetivo es preciso modificar todas o varias piezas.

En muchos casos sí. Gracias a los tratamientos con implantes se pueden mejorar aquellas situaciones en las que las prótesis removibles no resuelven adecuadamente el problema. No obstante, siempre hay que hacer un buen estudio y valorar las posibilidades de cada caso.

No, ni mucho menos. Al contrario, tendrá que acostumbrarse a acudir a revisión de manera periódica durante el resto de su vida. La boca, como el resto del cuerpo, evoluciona y cambia; la prótesis no. Por ello, habrá que ajustarla y comprobar su integridad y funcionamiento con regularidad.