El bruxismo, también conocido de forma coloquial como «rechinar de dientes», es una patología que se estima que sufre en la actualidad aproximadamente un 70% de la población española.
Por eso hoy en el blog de BASTIDA Clínica Dental en Vigo vamos a hablar de este hábito inconsciente, conocido también como «enfermedad silenciosa» y profundizaremos sobre él para que no te quede ninguna duda sin resolver. ¡Comenzamos!
Contenido
¿Qué es el bruxismo?
El bruxismo es un hábito que consiste en una presión excesiva de los dientes (bruxismo céntrico) o el “chirrío” de los dientes (bruxismo excéntrico). Por norma general, esto suele suceder de forma inconsciente e involuntaria por la noche mientras dormimos y puede afectar tanto a hombres como a mujeres. Además, también es una patología que puede producirse de manera voluntaria durante el día.
A menudo está asociado a estilos de vida estresados o cuadros de ansiedad y ocasiona, además de desgaste en el esmalte dental, molestos dolores musculares a nivel mandibular, trastornos de la mandíbula, dolores de cabeza y otros problemas de los que hablaremos más abajo y que deben ser solucionados antes de que vayan a mayores.
¿Qué tipos de bruxismo existen?
Si bien esta disparidad de tipos de bruxismo no marca grandes diferencias ni en las causas ni en el tratamiento de este, esta patología puede clasificarse en dos tipos:
- Bruxismo céntrico: los dientes se presionan sobre un punto sin demasiados movimientos laterales. La zona más afectada suele ser la de los premolares.
- Bruxismo excéntrico: este tipo afecta más a los incisivos ya que los dientes, al mismo tiempo que se aprietan, se friccionan de adelante hacia atrás.
¿Cómo se diagnostica el bruxismo?
Aunque es posible que en los casos de bruxismo leve no sea imprescindible hacer un tratamiento sí que es cierto que algunas personas con bruxismo más frecuente e intenso deben ponerse en las manos de un especialista en cuanto detecten esta patología.
Por otra parte, debido a que es posible padecer bruxismo nocturno y no ser consciente de ello hasta que aparezcan ciertas complicaciones, es importante conocer los signos y síntomas, además de recibir atención de un dentista de forma regular. Por este motivo, a continuación, explicaremos con detalle todo lo que debes saber sobre esta patología.
¿Cuáles son las causas del bruxismo?
Aunque existen diferentes teorías sobre las causas que lo provocan lo cierto es que se desconoce el origen real de esta enfermedad.
La mayoría de los expertos, como es el caso del Doctor Álvaro Bastida, coinciden en la idea de que el estrés y los trastornos del sueño son dos de los más importantes desencadenantes de esta dolencia. Dicho estrés puede estar asociado a cualquier situación y el perfil no está necesariamente relacionado con ser una persona muy estresada o nerviosa.
También están relacionados con la dolencia aspectos como la incapacidad para relajarse, la falta de hábitos de sueño adecuados, no tener una buena alineación en los dientes que impida la oclusión de estos, el tipo de alimentación o la postura corporal adoptada.
Una puntualización importante acerca de las personas bruxistas es que la mayoría de ellas no dejan de serlo a lo largo de su vida. De esta forma, el tratamiento está enfocado más bien en reducir o eliminar al máximo los problemas resultantes del bruxismo crónico.
¿Qué consecuencias puede desencadenar esta patología?
Las consecuencias del bruxismo pueden verse reflejadas en dos ámbitos o zonas bien diferenciados.
En primer lugar, ese rechinamiento de los dientes nos va a provocar un desgaste de las piezas dentarias. A su vez, también puede producir hipersensibilidad en los dientes debido precisamente a este desgaste. También se puede dar el caso de fracturas dentarias, maloclusiones y disminución de la DM.
En segundo lugar, los dientes pueden ejercer una presión excesiva en los músculos, los tejidos y las estructuras que rodean la mandíbula. Si esta situación se prolonga en el tiempo puede causar problemas en la articulación temporomandibular (pueden sonar como un leve chasquido cuando se abre y se cierra la boca) y en la musculatura de toda la zona.
Incluso puede causar dolores de cabeza vinculados con la tensión, dolor de cuello, dolor de oídos, dolor facial e hipertrofia de la musculatura.
Asimismo, como la pescadilla que se muerde la cola, el bruxismo puede generar insomnio derivando en dificultades y problemas para conciliar correctamente el sueño durante las noches.
¿Podemos nosotros mismos saber si apretamos los dientes por la noche?
Es habitual que en muchos pacientes el bruxismo no presente síntomas aparentes por lo que algunas personas desconocen que tienen esta enfermedad.
Normalmente el diagnóstico se produce durante una revisión dental rutinaria donde los profesionales observamos ese desgaste en los dientes. También es frecuente detectarlo cuando el paciente acude a la consulta con un dolor en la cara, en el cuello o en la articulación temporomandibular.
De igual forma, en otras ocasiones el diagnóstico se produce debido a que alguna persona del entorno detecta que, al dormir, la persona con la patología hace ruido rechinando los dientes.
En cualquier caso, para confirmar el diagnóstico siempre será necesario realizar una entrevista clínica, una exploración y un estudio radiográfico del paciente.
Posibles tratamientos del bruxismo
Será el especialista en ATM (articulación temporomandibular) el encargado de hacer el diagnóstico y definir el tratamiento más adecuado. Lo hará tras valorar las posibles causas físicas y psicológicas que estén en el origen del problema.
Los tratamientos para el bruxismo están en su mayoría centrados en reducir el rechinamiento de los dientes, prevenir el desgaste de las piezas dentales, eliminar el dolor si existe y evitar posibles daños permanentes en la mandíbula.
Lo primero (y más importante) que tenemos que detectar es la causa. Si lo que tenemos es un problema de maloclusión, será necesario valorar el alinear los dientes mediante ortodoncia o mediante un tallado selectivo para quitar interferencias. Llevando a cabo esta intervención muchas veces el problema puede desaparecer.
En caso contrario, cuando se trata de bruxismo de predominio nocturno que genera un problema de maloclusión, lo que utilizamos son las férulas de descarga o placas de microrelajación que el paciente usa mientras duerme.
Estas férulas previenen por un lado el desgaste de los dientes y los problemas en la articulación, ya que permite que los músculos faciales se relajen aliviando así la tensión miofascial (que es causada por los músculos de la mandíbula al apretar los dientes y que puede conducir a dolor en la mandíbula, en dolores de cabeza y en dolor posterior del cuello y cervicales).
Por último, cuando ya tenemos un problema en la articulación, ya sea en el mecanismo o en algún músculo concreto, los especialistas tenemos que trabajar de la mano de fisioterapeutas.
Recomendaciones generales para los pacientes con bruxismo para prevenir y aliviar la dolencia
En todos los casos, los especialistas aconsejan a las personas propensas a padecer bruxismo realizar actividades que ayuden a controlar, disminuir o eliminar el estrés y la tensión muscular, principales desencadenantes de la enfermedad.
Entre estas actividades se encuentran la realización de ejercicios de relajación, el masaje de las zonas musculares mandibulares afectadas y la adopción de una buena higiene del sueño (dormir las horas adecuadas y tener una correcta postura corporal al hacerlo).